Habiendo repasado algunas reglas, libros, comentado los clásicos manuales, quiero cerrar un círculo diciendo que todo eso se hace inútil cuando se escribe un guion. Algunos parten de un anécdota, algunos de un recuerdo, algunos toman un personaje real y crean una precuela o una secuela. No importa, si tenemos en cuenta que somos seres humanos únicos y escuchamos nuestro yo. Por eso quice anteceder esta nota con las palabras de krishnamurti sobre la locura. Para escribir un guion hay que estar un poco loco. Entonces comienza la gran guerra entre el intento de someterse a ciertas reglas y ese impulso desatado por llevar a imágenes sensaciones de sangre.
Al enfrentar un guion, todos los autores y todas las técnicas son útiles, pero ese toque único que transforma una película corriente en una obra de arte, es la honestidad, como decía hace unos meses en mi primer blog, “conócete a ti mism@”.
Escribir una obra audiovisual es un proceso largo, que a veces toma semanas, meses y hasta años, creo que cada episodio de la saga starwars tomó entre dos y tres años en escribirse. ¿Imaginas como puede cambiar tu vida en tres años? Puedes cambiar de domicilio, pasar de vivir de la ciudad al campo, del matrimonio a un difícil divorcio, puede nacer un hijo o morir algún ser querido. Eso por supuesto te afecta y afectará tu historia, pero hay que saber aceptar que somos seres sujetos al cambio y absorberlos y permitirles ser parte de la historia. Escribir un viaje, y como tal tiene sus momentos, sus altos y bajos, sus etapas etc… hay que vivirlos cada uno y si es posible disfrutarlos.
Persiste y vencerás.
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