Escribir un storyline es un trabajo simple, pero complejo a la vez. Decíamos que el storyline contiene las respuestas a 3 preguntas ¿Quién es el protagonista?, ¿Quién es el antagonista? Y ¿Cuál es el conflicto?, un buen Storyline además desarrolla el conflicto en sus tres actos. Y todo esto en cuatro o cinco líneas. SI, parece difícil y en mi opinión lo es, pero al parecer depende de la persona, he escuchado que para algunos es un ejercicio sencillo.
Bueno, en este blog vamos a responder la primera pregunta. ¿Quién es el protagonista?
El protagonista es el que lleva la acción, el protagonista tiene un objetivo (objetivo dramático) que es resultado de una carencia (necesidad dramática) y un tiempo para conseguir su objetivo (urgencia dramática). En otras palabras el protagonista busca algo, que le falta y lo necesita en un plazo determinado. Si un protagonista no tiene un objetivo no tiene nada porque luchar, no tenemos película. Piénsenlo un momento, ¿Qué pasaría con el padrino si Michael Corleone decidiese volver al ejercito y no inmiscuirse en los negocios de la familia? Pero Michael no tiene opción, el tiene que hacerse Don, necesita ser Don para proteger a su familia que sufre un riesgo actual e inminente, Micheal no puede irse de viaje y voler unos meses después a lidiar con los asuntos familiares, se le necesita ahora, con urgencia y para cumplir un objetivo; eliminar las amenazas a la seguridad de la familia. Asi es como el la tercera entrega de la saga Michael dirá con tanta impotencia es clásico “They pull me back in”. Un protagonista bien motivado es un buen protagonista como cualquier personaje bien motivado es un buen personaje.
Cuando crees un personaje hazte la siguiente pregunta ¿Qué pasaría si el protagonista renuncia a su objetivo?, si la respuesta es “bueno le causaría un dolor de cabeza y seguiría con su vida”, estamos frente a un mal personaje. O que pasa si el protagonista decide aplazar su objetivo, que pasaría si simba dijera “bueno, voy a derrocar a scar, pero en un par de semanas más”, seguramente encontraría a sarabi muerta y las hienas se hubiesen comido a zazu.
Esto nos lleva a otro tema importante que un profe me dijo que se llamaba fallo (si alguien sabe a quien estaba citando mi profe me avisa). El fallo según recuerdo la clase, es esa falencia que el protagonista tiene que superar para cumplir su objetivo. Independiente del nombre que le pongamos, creo que hay en todo buen personaje un defecto que no le permite conseguir su objetivo. Un buen ejemplo lo encontramos en dos películas protagonizadas por el gran Jack Nickolson. En alguien tiene que ceder, jack Nickolson tiene que superar sus mañas y su ego para conquistar a Diane keaton. En mejor imposible tiene que superar también sus manías de obsesivo compulsivo para conquistar el amor de Helen Hunt. En ambos casos la superación de esos fallos son el camino al amor de esa mujer. Asi, las películas, podemos decir, se tratan de un protagonista siguiendo un objetivo, y cada protagonista para cumplir su objetivo debe superar su fallo.
Una vez definidos esos asuntos; objetivo, necesidad, urgencia y fallo. Es tiempo de hilar fino, y aquí es donde para mi empieza la verdadera magia, en la buena conjugación de los elementos nombrados y en la creación de una buena historia previa rica en detalles. Para eso ayudan algunos buenos cuestionarios que andan por internet [1]
No hay comentarios:
Publicar un comentario